Sonreir

Hace dos días regresé de un cansadísimo viaje por San Pedro Belice. En esta deliciosa y lluviosa tarde de sábado de gloria, que mas bien parece un glorioso domingo con otro mas a la vuelta de la esquina, volví a disfrutar de un momento para mi. Solo para mi.

Desde esta tarde húmeda y viscosa que se posaba sobre los tejados rojos de Santa Elena, he decidido dedicarme un momento por mi misma, disfrutar de mi soledad y de un café con pastel por las tardes, tal vez uno que otro cigarrillo y del libro que tengo de turno.

El libro que me encuentro leyendo, posiblemente fue lo que generó una poderosa influencia en esta nueva resolución que he decidido,  debe cambiar mi vida, «Come Reza Ama» de Elizabeth Gilbert, donde línea a línea descubro a una mujer llorona y sentimental, que al igual que yo lucha por encontrar eso que le de un vuelco de sentido a su vida.

Desde este día he decidido que debo seguir luchando por ser feliz, por amarme a mi misma y amar lo que soy y lo que puedo ser, he decido amar a esa mujer de hombros pecosos y cabellos camaleónico con la que encuentro cada mañana en el espejo.

He decidido disfrutar de mi misma, de mi soledad cuando me abrace y de la compañía cuando me favorezca. Ver la belleza de estas tres ciudades por las que me manejo a diario y la rapidez de sus calles y sus habitantes.

Sobre todo, he decidido sonreír, sonreír le a todos, a los que sirven mi café por la mañana, a los que se equivocan con el vuelto, a los vigilantes que complican el estacionamiento, a los conductores que me sacan el dedo en la calle por mi forma de manejar, sonreír a los que me sonríen, a los que no lo hacen, a los que me aman y a los que sé, que no me quisieran tener cerca.

Esta tarde me he convencido a mi misma de que no puedo dejar de amar, no puedo huir a lo que siento, al ferviente amor que tengo en el pecho y se que no podré dejar de hacerlo, amaré como siempre lo he hecho, con la pasión con la que este romance comenzó, es algo que no puedo negar que no puedo ocultar, y, en lugar de sentirme mal y desdichada por ello, abrazaré mi amor con toda la calidez que este representa.

Amar, quiero seguir amando sin importar lo que pase, sin importar que no pueda demostrarlo a quien amo, o que él me deje de amar. Seré feliz con lo que tengo, con lo que soy, con quien yo amo. Seré feliz.

Y nosotras fuimos felices también

Pusimos aretes en sus orejas, sonrisas en sus rostros y una nueva forma de ganarse la vida, utilizando las manos, la creatividad y materia de bajo costo y fácil localización.

La cosa está comenzando a mejorar y entre risas y complicidad hemos descubierto la bondad de sus corazones, la ternura de sus almas. Nuestra ayuda ha pasado a las manos del amor, ahora sabemos que no se puede comenzar a trabajar con corazón roto.

Les enseñamos a reparar brazos rotos, a entablillar una fractura de emergencia, a subsanar los daños de una intoxicación y sabemos que poco se irá restaurando su corazón.

La alegría es la mejor medicina, las risas son un maravilloso aliciente para comenzar las labores con tenacidad. Pronto llegará el momento en que estén listas para luchar por si solas. Mientras tanto nuestras visitas continúan, nuestras clases de cocina, las charlas de motivación y los talleres de elaboración de producto, no se harán esperar sábado a sábado.

Nuestro producto principal, el taller más grande: la felicidad. Llegamos a enseñar como lograrla, llegamos a aprender como cultivarla, llegamos a compartirla.

Llegamos por que queríamos ayudarles y ser felices… y nosotras fuimos felices también.

 

En El Salvador

El pueblo más grande que yo conozco es El Salvador.

El Salvador es un pueblo muy grande donde las calles se llenan de baches como la cara de un puberto lo hace de granos, tenemos tiendas de conveniencia en cada esquina, de dos en dos, y no necesitan ser pintadas pues están tapizadas de la publicidad de sus proveedores que como parte de una estrategia de Merchandising visual, no sirve absolutamente de nada.

Porque en mi pueblo, mi pueblo grande, el que desea una bebida carbonatada pide una coca-cola, ya sea de naranja uva o fresa.

En El Salvador los hombres visitan las pequeñas tiendas por la noche, compran dos o tres envases que procuran vaciar isofacto, como sea es una buena excusa para llegar tarde a la casa y encontrar de chiripa a los hijos ya dormidos.

El aroma etílico es un repelente genial que enfurece a las mujeres pero las aleja por un buen rato, y cumpliendo su cometido también ayuda a dormir como un bebé.

El hombre salvadoreño es alcohólico y futbolero, y dicen por allí los afiches y las vallas que así nos gusta, pero es mentira a las mujeres no nos gusta así.

Van dos sábados en los que mis pupilas se dilatan y mi menta se paraliza al ver a estas mujeres, con sus hijos pequeños al brazo, con sus zapatitos gastados y su cabellera a medio arreglar, estas mujeres que trabajan, cocinan, limpian, ordenan, cierran los chorros y apagan los focos y la tele para economizar un poco en las facturas que ellas mismas pagan.

Es emocionante oírlas hablar, ver sus ojos que irradian alegría y optimismo pero que de algún modo, están vacíos, parecen lustros mas viejas de lo que en realidad son. Son hermosas y bajo esas faldas ajustadas y esas camisas manchadas y con hoyos se encuentran cuerpos firmes que trabajan de son a sol para llevarle pan a sus marimbitas de niños.

Pero estas mujeres no solo mantienen hijos, también mantiene vicios, mantienen a hombres que intentan o fingen trabajar en esas comunidades rotas donde salir por la mañana es sinónimo de laboriosidad aunque sea a comprar cerveza a la esquina.

Voy a verlas y al hablar con ellas trato de darles ánimos, decirles que un marido alcohólico es parte de la vida de toda mujer en nuestro país, que ellas deben luchar por salir adelante por ellas y por sus hijos, que Dios las ama y quiere que sean felices.

Cuando mi mente me repite y mi conciencia me reclama por todo el montón de mentiras que les digo, cuando en realidad quisiera ayudarlas a echar a esos holgazanes de sus casitas y poderlas ver felices solas con sus hijos, se que no lo harán, se que no funciona así.

Tengo serios problemas para dormir por la noche al pensar que los últimos 5 dólares que ella tenía para pasar la semana, un hombre los ocupó para comprar cerveza, por que iría con sus amigos a ver el mascón.

Tengo un problema al ver que la economía del hogar de estas mujeres gira alrededor de un vicio.

Tengo un problema al ver al padre y al abuelo de un niño juegan pelota con él, envuelto en ese apestoso olor a cerveza que se acumula al pasar los días sin dejar de tomar.

Tengo un problema al escuchar a un hijo decirle a su madre que no la espere por la noche por que es sábado y seguramente regresará a verga.

Tengo un problema escuchando a una mujer decir que no conoce un restaurante por que no tiene suficiente dinero para ir, pero que su esposo si ha ido y le ha contado que son bonitos.

Tengo un problema al ver los rostros de esos niños que crecerán en una comunidad donde lo único que el futuro les promete es convertirse en otro bolo mas.

Tengo un problema, pero sobre todo tengo un inmenso miedo, miedo a mi realidad, miedo a este país, miedo a mi cultura, a las calles con baches, al clima desordenado, a las tienditas que venden pilsener a noventa centavos, a este país que es como un pueblo muy grande,  a los hombres salvadoreños.

La familia es una institución, es la base de la sociedad, es la iglesia domestica. Asi lo aprendí, hoy descubrí que no es así.

 

La mujer brava

Comentarios del escritor colombiano  Hector Abad, llamado: Elogio a la mujer brava, un correo que mi hermana envió esta noche y me hizo sentir un poco mejor, un poco menos equivocada, quizas un poco justificada, definitivamente me ayudó a comprender un par de cuerdas que me ataban, me alegro por el Sr. Abad, no por el elogio que hace, sino por la plena felicidad que se vislumbra con destellos de disfrute en sus palabras. Les dejo aquí este escrito

…a los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

Vamos hombres, por esas mujeres bravas!

Puñetazo en la teta

Bueno ninas!!!

Aprovechando que ya no estamos haciendo nada en el entrenamiento y que las veo bien pendientes de este correo tengo algo que contarles.

Iba yo bajando a la cafetería de Stream, que es muy bonita, venía feliz y a la vez contenta, caminando y balanceandome cadenciosamente por los pasillos grises y alfombrados, hice un giro elegante a la derecha y me meti a un laberinto de cubiculos de los departamentos administrativos, que por desgracia, son mas altos que el resto de cubiculos y bloquean mas la vista, para mi que soy bajita… el bloqueo de mi visión era TOTAL!!

Despues de dirigir toda la fuerza de mi cuerpo al cruce premeditado, ¡que me encuentro con una mujer! ella venia tan rápido como yo… despues de esquivarla exitosa mente, sintiendome mas agil cambie de carrill en el pasillo, es decir, comenze a caminar por el lado derecho. Fue entonces entonces vi a un sujeto alto de facciones duras y mirada despistada, noté que buscaba a alguien con la vista por ensima de los pasillos… le notifique mi presencia con un rapido y eficiente WATCH OUT!!! pero el caminaba demasiado rapido, y no se dio cuenta de mi diminuta presencia por ir vigiando yo no se a quien, fue entonces cuando presenti lo inevitable.

Era alto, ¡muy alto! Vi sus manos balanceandose en forma de marcha, hacia adelante y hacia atras alternativamente, cuando supe que ya no podiamos evitar la colision humana, en esas micras de segundos decidi rápidamente encoger mi cuerpo y abalanzarme al cubiculo junto al que caminaba… y justo en ese momento lo inevitable ocurrio, el sujeto no vio mi cara de papaturro arrugado, ni escucho a tiempo mis senales de alerta, y con un fuerte e impulsado moviemiento de brazos y apesar de estar en posicion de encorbamiento recibi un fuerte PUÑETAZO EN LA CHICHE IZQUIERDA, el tipo se percato de mi presencia hasta sentir el calor de mi pecho azorado y la aguadencia del objeto apuñetado! su cara de sorpresa y susto me dijo lo avergonzado que estaba, escuche algo que no recuerdo y segui caminando pretendiendo que no habia pasado nada, pero con un punzante dolor de teta.

Solamente.

Con amor.

Chele!

Mujeres de acero

Nosotras,
Fuimos las niñas gorditas en nuestra infancia
Estamos hechas de acero y sobredosis de Bacaolinita
Sobrevivimos la anorexia
Y el prejuicio de la perfección de nuestras Barbies
Las hijas menores de hogares perfectos
Escapamos de la sobreprotección de nuestros padres
Nos la ingeniamos para escapar de nuestra casa a media noche
Y estamos aquí
Con recuerdos grises de infancias desordenadas
Con la memoria llena de soledades
A las que sobrevivimos,
a gritos que nadie escuchó,
Y al miedo que nos provocara el Brujo Barbujo
A las alienantes dietas de TV Offert
A los implantes de seno de nuestras heroínas del cine
A las canciones depresivas
Que escuchaban nuestros hermanos mayores
Hemos llegado a este mundo para ser escuchadas
Para luchar contra el estereotipo de la mujer ideal
Por que ella no existe
Mas que en la mente del hombre con vicios.

Hemos llegado a nuestros veintes
Revestidas de una seguridad que nadie conoce
Que obtuvimos al ser la amiga fea
La que vivió la emoción de un primer romance
Por la boca de de su mejor amiga
Aquella cuyo primer coito no fue extraído
de un largometraje hollywoodiense
aquellas que soportamos la humillación
y nos libró de la mascara plástica
que la década de los noventa intentó poner en nuestro rostro

Nosotros somos las patas de nuestra infancia
las que portaban con vergüenza la mancha roja del Frusti
en una camiseta blanca de educación física
aquellas que algún día optamos por comernos los mocos
y buscar el significado de el anuncio de Condones Cóndor
por nuestra propia cuenta
aquellas cuya mente despertó antes que la de las demás
por que la soledad y la incertidumbre de nuestra niñez
así lo dispuso.

Somos ahora una raza extraña
Incomprendida
Pero vigente, sobresaliente,
Apoderándonos del primer lugar en todo lo que pateamos
Obsesionadas con el control
Por los desordenes emocionales de nuestra infancia
Somos esa niña despeinada
Que se escondía en séptimo grado para jugar con las muñecas
Y pensamos que al subir el ruedo de nuestra falda de uniforme
Nos convertiríamos en mujeres
Que sufrimos con dolor
Al ver los senos de nuestras amigas crecer
Mientras nuestros pechos permanecían como tablas
Somos aquellas que no dejaron el olor a lápiz y crayola
Que siempre llevan su infancia en la mugre de las uñas
Que lloran con los finales felices
Y sueñan con ser la superestrella pop
Que la cultura norteamericana idealizó en nosotras.
Ahora somos fuertes
Somos reales
Ahora somos mujeres
Con todos los traumas y recuerdos felices
Las gorditas de nuestra infancia
Estamos hechas de acero y sobredosis de Bacaolinita.

sofi3

Este post se seguirá actualizando… por que los recuerdos nunca dejaran de llegar, tal vez mas fotos se agreguen tambien.

La vida con las mangoes

Hay gente que conoce las expresiones de tu rostro, sabe cuando estas molesta o nerviosa tan solo con notar el ritmo de tu respiración, personas cuyos padres se alegran de verte, y tu familia te pregunta: ¿Por que ya no han venido a la casa?.

Hay personas que ven a tus papás en la calle y se alegran tanto como si te vieran a vos mismo,  gente que ha formado parte de tu vida, de tus habitos y tu personalidad desde el jardín de niños. para mi:… una mujer salida de un colegio católico, solo de niñas… esas personas son mis amigas.

Mangoes! ¿Por que mangoes? ¿Por ricas y aciditas? ¿Por verdes y mechudas? ¿Por buenas crujientes?…. cualquiera de las anteriores, yo diria: simplemente por tontas.

Por que aprendimos a disfrutar del ocio y todo lo ke de eso surge, por que inventamos chistes, personajes, historias, y todo tipo de locuras que nos ayudo a sobrevivir la infancia y la adolescencia y en estos dias de subitas responsabilidades y compromisos, el inicio de una maravillosa adultez, en la cual podemos llamar a nuestras amigas ir a un bar y descontrolarnos, o simplemente reunirnos en el sillón cama de mi sala, tomar ese delicioso cafesito que hace la tita, disfrutar de un Disneytón ® (incluyendo la sirenita, El rey León y NEMO!!!) y ser comodamente Nosotras….

Felices, locas, despistadas, despeinadas… apestosas he incluso borrachas, siempre hemos sido felices juntas. Hay historias, locuras y tanta vida juntas, que simplemente nos negamos a abandonar esa infancia que tanto hemos adorado.

Esas niñas… son mis MANGOES… las mujeres mas hermosas, divertidas unicas y hermosas del planeta y yo…

L A S      A M O